UNA DIETA SALUDABLE
UNA DIETA SALUDABLE  

UNA DIETA SALUDABLE

Durante décadas la sociedad y los medios se han encargado de decirnos que una alimentación saludable es aquella en la que satanizamos un grupo de alimentos y que lo correcto es comer una única cosa. Pero, ¿qué es realmente una dieta saludable?

Si llegaste hasta aquí, es porque seguramente buscas una respuesta fiable, y aquí te la daremos: una dieta saludable lo abarca todo. La calidad de los alimentos que consumimos pueden repercutir en el estado de nuestra salud física, mental y bienestar emocional, de distintas maneras. Es por esta razón, que más allá de concentrarnos en un determinado grupo de alimentos, debemos mantener un equilibrio entre lo que nos gusta y lo que nos hace bien.

¿En que consiste una dieta saludable?

Cada persona tiene diferentes requisitos nutricionales según su edad, sexo, nivel de actividad física, salud general y estilo de vida, por ello es conveniente realizar una evaluación médica de rutina para determinar el estado de salud, y en base a esto establecer un régimen alimenticio. Pero a grandes rasgos una dieta equilibrada debe constar de lo siguiente:

  • Proteínas:pescado, pollo, carnes rojas, productos lácteos, huevos, nueces y frijoles.
  • Carbohidratos complejos: frutas, verduras con almidón, cereales integrales, frijoles y legumbres.
  • Grasas saludables:pescado graso (como el bacalao), aguacates, linaza , nueces y aceites.
  • Vitaminas:alimentos que contienen vitaminas A, B, C, D, E y K, como verduras de hoja verde y frutas cítricas.
  • Minerales: calcio, potasio, zinc, ácido fólico, magnesio y hierro que se pueden encontrar en legumbres, lácteos y diversas frutas.
  • Agua:Esencial para la hidratación, el control de calorías, la salud de la piel y los músculos y la función renal e intestinal.

¿Cómo llevar una dieta saludable?

Aunque la premisa de una dieta saludable es el equilibrio, a la mayoría de las personas les cuesta encontrarlo. Sin embargo, cada día son más las personas que han decidido mejorar su salud y su estado físico sin que esto signifique privarse, apostando a un régimen saludable, realista y perdurable en el tiempo. Sí aún no sabes cómo empezar, échale un vistazo a estos consejos:

  1. Reduce la velocidad

El ritmo al que comes influye en la cantidad que ingieres. Mientras más rápido comes, más cantidad de alimentos consumirás, dando paso a los excesos y al sobrepeso. Algunos estudios que comparan diferentes velocidades de alimentación muestran que las personas que comen rápido son mucho más propensas a comer más y tienen un índice de masa corporal (IMC) más alto que las personas que comen más lentamente.

Las hormonas son las encargadas de indicarle a tu cerebro si tienes hambre o estás satisfecho. Sin embargo, esta información puede tardar hasta unos 20 minutos en ser procesada, de esta manera, si comes despacio, le darás el tiempo necesario a tu cerebro para recibir el mensaje.

  1. Aumenta tu ingesta de proteínas

A menudo se hace referencia a la proteína como el rey de los nutrientes debido a su capacidad para afectar las hormonas del hambre y la saciedad. A menudo se considera el macronutriente que más llena.

Un estudio mostró que comer una comida rica en proteínas disminuía los niveles de grelina, la hormona del hambre, más que una comida rica en carbohidratos en personas con obesidad.

Además, las proteínas te ayudan a retener la masa muscular y también pueden aumentar ligeramente la cantidad de calorías que quemas por día. También es importante para prevenir la pérdida de masa muscular que puede ocurrir con la pérdida de peso y con la edad.

Las principales fuentes de proteína incluyen:

  • Nueces
  • Mantequilla de maní
  • Huevos
  • Frijoles
  • Pollo y carne magra
  1. Prefiere los alimentos horneados

La forma en que preparas tus alimentos puede cambiar significativamente sus efectos sobre la salud.

Aunque las frituras suelen ser deliciosas y tentadoras, en exceso son nocivas para la salud, mientras que preparar los alimentos horneados o hervidos, es una excelente manera de reducir las calorías y evitar estos compuestos dañinos para la salud.

  1. Prueba al menos una nueva receta saludable por semana

Decidir qué comer a diario puede ser una causa constante de frustración, razón por la cual muchas personas tienden a usar las mismas recetas una y otra vez. Pero ya sean recetas saludables o no saludables, probar algo nuevo puede ser una forma divertida de agregar más diversidad a tu dieta.

Intenta hacer una nueva receta saludable al menos una vez por semana. Esto puede motivarte a cambiar la manera en la que te alimentas y es una excelente manera de aumentar la ingesta de nutrientes.

  1. Toma suplementos de ARGININA

La ARGININA es un aminoácido que ayuda al cuerpo a producir proteínas. Es muy importante en el proceso de eliminación amoníaco del cuerpo y estimula la liberación de insulina. Asimismo, el cuerpo usa ARGININA para producir óxido nítrico

Algunas personas usan la ARGININA para estimular el sistema inmunológico, mejorar el rendimiento deportivo, acortar el tiempo de recuperación después de la cirugía y promover la pérdida de peso. 

La ARGININA se encuentra naturalmente en las carnes rojas, aves, pescado y lácteos, pero también puede incluirse en la dieta a través de suplementos como ARGININA FORTE.